martes, 20 de marzo de 2012

Los ríos

Jamas había existido mujer mas bonita y magnética. Pura belleza e inteligencia con ese toque alocado que le impedía presidir mesa o seguir un protocolo, esa misma locura que tantos adoraban y otros tantos despreciaban abiertamente. No se podía vivir de esa manera en aquellos tiempos, era demasiado escandaloso. 
Siempre acababa borracha en los banquetes donde había barra libre bajo la mirada astuta de su madre, siempre tan vigilante. Se fundía la noche bailando hasta altas horas de la madrugada , con los últimos invitados. Era puro arte, lo suyo. 
Era una princesa muy peculiar , si es cierto que mas de una vez la amenazaron en deseredharla, pero era tan importante la reputación en la corona que jamas se atrevieron a hacerlo. Entre bailes, paseos a caballo y tardes de te ella buscaba ansiosa a su príncipe , mientras le escribía poesía a un fantasma que no existía, o a la mera idealización de un amor que jamas llegaba. 
Le escribía a las plantas, a los ríos y se imaginaba su hombre galopando por esos lares. Buscaba al perfecto, ese galán de ojos azules y la suficiente valentía para llevársela lejos del castillo, un castillo que por las noches la mantenía presa. 
Y mientras esperaba seguia cantandole a los pajaros y recitandoles poesia , se decia que asi la espera se le haria mas efímera.
Ella queria ser poeta. 
- Donde se es visto una princesa poeta?
Le repetía el rey.

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