Compartís grandes momentos. Le cuentas tus secretos, bebeís cafe y fumais cigarrillos sin parar.
Os dais orgasmos múltiples, abres poco a poco tu coraza y te promete que sera diferente a todos y que jamás te abandonara.
Os dais noches de borrachera, pasos hacia adelante y bailes nocturnos. Te entrega su cuerpo y tu le entregas el tuyo y entre orgasmo y orgasmo decís palabras antes inconfesables.Decides que ella si, que es apta para conocer tu interior, te abres y se lo enseñas y al contrario de lo que creías ella no se va,se ve que le gusta. Es realmente sorprendente.
Y decides darle la mano en metros, hacerla sonreír o por lo menos intentarlo. Ya no ocultas tu interior, le enseñas la mejor parte de ti, le das lo que puedes.
Y luego? No es mas que una extraña. Meses mas tarde nos cruzamos en el metro y me dices: todo bien? Sonríes.Después te marchas y ya no miras atrás. Mientras te alejas pienso: No estamos enamoradas, vale. Pero hemos compartido tantos sofás...
De verdad es eso justo? El mundo no debería funcionar así.
Duele que pienses así...
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