sábado, 25 de febrero de 2012

Viejos poemas

Repasando textos antiguos un sábado por la noche de esos aburridos y sin planes, encuentro viejas cartas en que alguien una vez me dijo que algún día me enamoraría y que me harían feliz como puede ser que merezca.
Y meses después de tanto llanto, besos forzados, echar de menos como nunca jamas hice, de tirar para adelante por muy gris que sea el cielo y de aceptar que si, todo acabó, todo se fue cuando ella se sintió fuerte y  dijo adiós, sin avisar. Como el zorro que escapa de su prisión sin que nadie  perciba que ya no está.
Después de tanto suplicio , sacrificio y tirar para adelante sacando las pocas garras que me dejó, me encuentro conociendo y queriendo a una de las personas mas maravillosas que he conocido jamás y veo que tenías razón, este día llegaría.
Ya esta , solo hay paz.
Me encuentro empezando de nuevo, por fin y me demuestro que he echo bien , he saneado y aquí estoy dándote la mano y tu enseñándome que se puede querer de una manera sana.
Me conoces, sabes que no soy fácil pero que intento cambiar esas partes de mi que están equivocadas pero tu me ayudas, si quieres te repito mil veces lo increíble que eres y lo fuerte que me haces sentir.

Prometo intentar no soltarte la mano, por mucho miedo que tenga del abismo.
Solo tu y yo, iluminando esta ciudad tan gris de mentes perturbadas que impiden que el amor les llegue.
Tengo ganas de disfrutar de este sentimiento que vuelve a nacer en mi, y prometo hacerlo bien esta vez, como quizás pocas veces fui capaz.

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