lunes, 9 de abril de 2012

Odio

Aunque se lo cuestionaba todo y sabía demasiado y era consciente que el odio solo es barrera y que es malo, agonizante, y es absurdo... 
Aún así no podía evitarlo. 
Los oía respirar y tenía ganas de clavarles un cuchillo.
Cálmate... se repetía. Cálmate.
Ellos no son el enemigo, es tu odio que si lo es. 
Pero no podía dejar de tener ese sentimiento que se le aparecía cuando empezaban a respirar. Los odiaba con todas sus fuerzas y aunque intentara engañarse y quitar esa mierda, el odio no se iba.


No me merecéis, joder. Y a veces prefiero hacerle caso a mi odio

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