lunes, 16 de abril de 2012

Reflexiones

Lo bueno de los sentimientos es que tienen esa manera extraña de aflorar sin controlarlos. Yo me rodeo de ellos aún los miedos porque si no sería incapaz de ser yo misma pero siempre a la vigila, con pies de plomo, con una seguridad aplastante y una fuerza de voluntad invencible para no engancharme a lo que no debo o definitivamente, no quiero. Lo bueno de los sentimientos es que luego echas de menos vivencias compartidas, como durums en un cobertizo de la playa de Masnou, o cervezas en la plaza de Joanic en buena compañía. Yo ya genero recuerdos sanos como los paseos en bici , los 16 km que hacemos de un tirón aún sin estar en forma que dan vida y me sobra el aliento.El afán de superación que algunas personas tenemos , se ve cumplido con creces con algo tan "simple" como el deporte. 
Sigo con el miedo anclado como sombra y pasea conmigo de la mano pero cada día le tengo menos pánico a él, mientras descubro amaneceres y me dejo de tantas noches en blanco y tanto alcohol que lo único que hace es disimular el pozo gris en el que habitamos. 
Es eso de... Siempre hacia delante, nunca hacia atrás. Aunque la cuesta retumbe y el futuro sea algo incierto.

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