Magdalena.

Entró en la iglesia, llevaba tiempo sin salir de casa. Pero debía confesar-se, quería una alma limpia. Tantos pecados cometidos no podían pasar en vano y solo en la luz hallaría el perdón. Se vistió para la ocasión y tapo su cara con un velo porque no quería que nadie viera sus quemaduras. Simplemente era una cosa suya, algo que no quería compartir. Entro en la estancia lúgubre - Curioso que la iglesia hable tanto de pureza, bondad y luz y cuando estas en ella te envuelve la oscuridad - Pensó mientras se acercaba al altar. Lo vio en la cruz. Sangraba. Años atrás se había jurado a si misma que toda la adoración que necesitaba sentir sería para el. Exclusivamente para Jesús. El amor es para valientes, para insensatos admirar. Y ella ya tenía demasiadas cicatrices ; en el cuerpo y en el alma. - Te amo. ¿ Pero porque me has echo así?  ¿ Es que crees que lo merezco? ¿ Tan mal lo e echo? Pero no contestaba, nadie tenia una respuesta y Magdalena nunca lloró su dolor. No entendía nada, pero las lagrimas se quedaban dentro , haciendo compañía a su gran fortaleza y a su vergüenza. Esa vergüenza que sentía cada vez que se miraba al espejo y veía las quemaduras de su perfil izquierdo. " ¿ Quien me amará joder? Doy asco" Ese era su delirio diario, la conversación interna que la mantenía en la cama.
Esa tarde en el garaje cuando todo ardió en llamas ese hombre le había robado su vida, sus estudios y sus sueños. ¿ Quien me follaría así? 
Ahí en la iglesia, entre tanto pensamiento agónico decidió confesar-se. Temía a la verdad casi tanto como se temí a si misma. Pero ese cura de ojos azules era especial. Esos ojos la miraban con una infinita comprensión, como si alguna vez también hubiera muerto en vida, mucho tiempo atrás. Sus palabras esperanzadoras callaban los miedos que la mantenían cuerda.


- No tengo amigos, padre. He desaparecido del todo y todos. No tengo sexo, mi familia me desprecia y yo me quedo en casa, no quiero que me vean así. Y mi ilusión de tener un niño...


- Para, Magdalena. No eres un monstruo. Has olvidado tu pureza? Tus habilidades? Tu inmenso corazón, grande como un océano? 


- Soy lo mas parecido a un monstruo que he visto jamás.


- Eres la persona mas desesperada que he visto jamás, eso si.


Sus ojeras le daban la razón al cura. Sus horas en blanco tumbada en la cama, y su habitación silenciosa y oscura, también. Estaba muerta en vida. Ella no vivía, sobrevivía. Y eso no debería de vivir-lo NADIE y nadie, es nadie. La vida nos viene pura al nacer, tiene sus colores maravillosos y todos sin excepción deberíamos tener la opción de disfrutarlos, de sonreír con los pájaros! Y dar vueltas sin miedo por las calles de la ciudad. Pero Magdalena no podía , se perdía el sol en una habitación oscura con hedor a humo, ceniza y whisky de tantas copas estrelladas contra la pared.


- Tengo un remedio para ti - dijo el cura-. Pero es peligroso y especial. A ti te lo ofrezco porque lo eres, y al mundo le perteneces. Debes vengarte de ese hombre que esto hizo de ti siendo feliz. Debes cumplir tu sueño y ser leyenda, porque lo serás. Y mi papel en todo esto es ayudarte a conseguirlo. Pero tienes que estar preparada, sera duro.


- Haré lo que sea padre. Lo dijo directa, con los ojos húmedos de una esperanza que crecía, totalmente desconocida para ella. 


- De acuerdo. - Con que ojos azules llenos de orgullo dijo estas frases-. Toma esta dirección ve allí y diles que vas de mi parte. Ellos te dirán que hacer.
Como todos los genios tendrás enemigos tan grandes como amigos puros. Muchos te envidiará y intentarán que no alcances tus objetivos solo porque ellos no lo consiguieron alguna vez. Pero solo por eso tienes que luchar con mas fuerza, y nutrirte de su envidia pues no hay nada mas halagador aunque a veces vaya disfrazada de maldad, y sea complicado distinguirla. Si consigues seguir hacia delante aún las dificultades finalmente las quemaduras se irán. Y recuerda algo: Muchos te llamaran loca solo por querer cambiar las cosas y tener el valor del que ellos carecen, pero en el fondo, te admiraran. 


Magdalena aún no se creía del todo lo que las palabras del cura significaban.Pero le dio un beso en la mano, cogió el papel y con un coraje de mil hombres, salió de allí.
Jamás había deseado nada con tanta fuerza. Y si no funcionaba?
La ansiedad era ahora mas fuerte que nunca, reflejando así unas ansias infinitas de comerse el mundo, de alcanzar sus sueños. Sobretodo de alcanzar sus sueños. 
Aún quedaba una parte de ella que había conseguido salvar y que no había permitido que se pudriera del todo. Y de esa mini chispa, ella haría un gran fuego latente en su interior y gracias a eso y la pomada que le habían dado, se salvaría. 
Llegó a su casa tarde con el cuerpo molido por un esfuerzo que nunca hacia. Se aplicó la crema antes de acostarse 
"¡ Hoy no pienses, joder !"
Pasaron semanas y días y cada noche el mismo ritual, hasta que una mañana desapareció una herida y poco a poco su rostro bello volvió. No se lo creía, pero era ella de nuevo. Ahí estaba, tan viva, tan guapa. Delante del espejo sonrío libre, de una manera que hacía años que no hacía. Toda su esencia, ella y ya esta.
Magdalena y su luz.


Se vistió cantando y salió a la calle. Quería disfrutar de nuevo. Paseando se dio cuenta que a Barcelona aún le quedaba algo de verde, disfrutó del viento en sus mejillas y paseos en una bici ya olvidada en su buhardilla. Todo era magnifico, se sentía libre y no tenia miedo. Por primera vez desde el trágico accidente, se sintió feliz. 
Así pasaron meses, vivía sonriendo. Como si todos los días fueran verano. Valoraba sobremanera tomarse un helado en compañía por las Ramblas o jugar a la pelota en jardines. El sol mañanero la absorbía y la llenaba de vida, mientras que antes se la quitaba. Volvió a enamorarse , o eso creía. Descubrió tantas cosas.. y empezó a dar pequeños pasos para cumplir su mejor sueño, como le había prometido al cura.Aunque su vida ahora estaba patas arriba, vacía. Tenía 25 años y el tiempo no le sobraba, así que se puso manos a la obra, labrando su futuro.


Pero ella jamás olvido del todo esas noches sollozando en su habitación porque eso la mantenía valorando eternamente el sonido de los pájaros, la admiración que sentía al ver el pelaje de los perros que corrían libres, los cafés en una terraza con un gran amigo, la seguridad y adrenalina que te aporta el deporte un sinfín de cosas mas. ¿ Ya nadie valora estas cosas, verdad ? Bueno, ella había vuelta a nacer. Y ahora era una adulta.
Así que siguió adelante con todo pero sobretodo con su sueño y el final de esta historia, de su historia la escribirá ella. Le deseo la mejor de las suertes, yo no dudo que cada mañana al levantarse se mirara al espejo sonriendo y dará las gracias por una segunda gran oportunidad. Que sin duda su inteligencia no la fallará esta vez y la aprovechará. Tengo la intuición que se hará rica contando sus historias por todos los continentes. Querrá cumplir sus sueños, cueste lo que cueste, hasta el final.
TODOS tenemos derecho a una segunda oportunidad.






[ Esto es un homenaje a tantas horas de dolor y por no haberme rendido. 


PAZ]