domingo, 20 de mayo de 2012

Dos días en Paris


No es fácil mantener una relación y mucho menos conocer verdaderamente a la otra persona y aceptarla tal como es, con sus defectos y su pasado. Para amarnos realmente tenemos que conocer la verdad el uno del otro, aunque a veces sea difícil de asumir. Que para mí lo más difícil es decidir estar definitivamente con alguien, la idea de que es el hombre con el que voy a pasar el resto de mi vida, decidir qie voy a hacer el esfuerzo de seguir, de solucionar las cosas y de no huir en cuanto surge un problema me resulta muy difícil.
Siempre me ha fascinado como las personas pueden pasar de amarse locamente a no sentir absolutamente nada. Es muy doloroso. Aquí está. Una más, una menos. Otra historia de amor desperdiciada. A él lo quería de verdad. Cuando pienso que ha terminado,que nunca volveré a verlo… Bueno, sí. Nos encontraremos casualmente y conoceremos al nuevo novio o novia del otro, nos comportaremos como si nunca hubiéramos estado juntos. Luego, poco a poco, pensaremos cada vez menos en el otro hasta que lo olvidemos completamente. Casi. Siempre es igual: Cortar, deprimirse, beber, tontear, conocer a un tío tras otro y follar para olvidar al verdadero amor de mi vida. Después, al cabo de unos meses de vacío total, volver a buscar el verdadero amor. Buscar desesperadamente por todas partes. Y al cabo de 2 años de soledad, conocer un nuevo amor y jurar que será el definitivo hasta que también vuelva a perderlo.
Llega un momento en la vida en que no podemos recuperarnos de otra ruptura. Aunque esa persona nos fastidie, el 60% del tiempo no podemos vivir sin ella. Aunke se despierte todos los días estornudándonos en la cara. Nos gustan más sus estornudos k los besos de cualquier otra persona.



De la película: Dos días en Paris.

No hay comentarios:

Publicar un comentario