martes, 3 de julio de 2012

delirios

Siempre le había costado desprenderse de las cosas. Tenía la casa llena de cajas que contenían zapatos que hacía años que no se ponía pero los encerraba en una maleta y los guardaba en su armario por si algún día ocurría un milagro y volvía a usarlos. Quería ocuparse de todos a la vez y tenerlos contentos y parecía eso lo  mas complicado del universo cuando llegaban las doce en punto y dormía sola.  Yo la veía muy gigante ella. Siempre luchando por lo quería y queriendo ser mejor día a día. Pero sufría. Lo pasaba mal. Las cosas se le hacían grandes muchas veces y entonces dudaba si todo lo que llegaba a hacer era real. Sin duda lo era, sus pensamientos negativos la comían de tal manera que llegaba a creerse lo increíble. 
Habían pasado muchas mujeres por su vida a las que había echo daño, otras la habían matado y otras no habían valorado su valía. Su belleza había traspasado varios horizontes. Pero de nada servía si se miraba al espejo y no se gustaba. De nada servía que la envidaran o que creyeran que se sobre valoraba. Nada era importante salvo sanear esas dudas internas que siempre superaban  las dudas de los demás.
Echaba de menos a dos o tres personajes que jamás olvidaría, seguían viviendo con ella aunque no los viera porque era incapaz de desprenderse de absolutamente nada y alguna noche de bajón se acordaba de esos tiempos y maldecía las mentiras que todos dicen: Lo nuestro sera eterno! Nunca lo era, ella lo sabía. 
Y se maldecía el triple por haber creído imposibles.

Y entonces llegaba el momento en que aceptaba que estaba evitando lo inevitable. No puedes desaparecer del mapa cuando te visita a Barcelona y viene a verte. Ella pretende que todo siga igual y que nada haya cambiado pero las cosas cambian y no por eso yo soy menos real. Tu no has compartido madrugadas conmigo, no has besado mis lagrimas ni has conocido de quien me he enamorado. No has estado ahí cuando  conseguía un logro , cuando me compre mi primera agenda, cuando paseaba por las calles con la felicidad del que tiene una segunda oportunidad. No estabas ahí tomando unas bravas en un bar de gracia, en joanic haciendo una cerveza, cuando chille viva el Barça frente el televisor. Nos has estado aquí viendo como he evolucionado, las tardes en familia, las playas.  No has estado aquí y se que no puedo culparte pero tu pretendes que todo siga igual y yo no puedo fingir que es así, porque no lo es. Soy así. Te necesitaba. Tuve que aprender a estar sola, tuve que aprender a vivir sin ti y lo conseguí. 
Y ahora no entiendo que no entiendas que las cosas no son como eran o como deberían ser. Porque todo ha cambiado.


Pero ahora toca dejar de fingir que todo esta bien cuando no lo esta, toca enfrentarme a tu carita , toca decirte la verdad.
Toca coger la vida por los cojones.

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